La educación con pertinencia hacia la protección de la naturaleza tiene como objetivo promover una conducta de mayor cuidado y respeto hacia los ecosistemas forestales, centrándose en reducir las causas de incendios forestales, busca crear cambios de conducta en las personas.
Sumado a ello el progresivo impacto que tiene el cambio climático (menos precipitaciones y temperaturas más elevadas) en la dinámica de nuestros bosques y en especial en su vulnerabilidad frente al fuego, considerando que los incendios forestales afectan miles de hectáreas de bosques, matorrales, pastizales y todo lo que habita en ellos y lo más impactante es que la mayoría de éstos (el 99,7%), se originan por descuidos del ser humano.
Atendiendo, lo expuesto anteriormente en el año 2011, se realiza un diagnóstico de lo que la Gerencia de Protección contra Incendios Forestales, venía desarrollando en temas de educación ambiental, encontrando experiencias pioneras muy positivas en las regiones de Valparaíso y Biobío, regiones que entendieron que las causas de los incendios forestales se deben a negligencia o intención y que se debía educar a la población escolar a través de los docentes, sensibilizando y acercándose a la comunidad para que formen parte de esta problemática y la integren en sus aulas con sus alumnos. Sabemos que es un trabajo de larga data pero una comunidad con conocimientos está más empoderada a la hora de enfrentar desastres, de las comunidades que no se hayan adaptado a convivir con los cambios.
El año 2015, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) da inició al Programa de Educación Ambiental en Prevención de Incendios Forestales a nivel nacional, dirigido a profesoras, profesores y estudiantes de enseñanza básica de Establecimientos Educacionales, pertenecientes a comunas con alta incidencia en cuanto a incendios forestales o ubicadas en la interfaz.